La fruta forma parte de una estrategia de posicionamiento de marca.
El próximo domingo se llevará a cabo en Japón el maratón de Tokio, uno de los principales eventos deportivos anuales que se realizan en la capital del país del sol naciente. Este año, como parte de una campaña de marketing y celebrando su octavo año consecutivo como patrocinador de la carrera, la compañía de alimentos Dole repartirá a participantes seleccionados un curioso plátano equipado con luces LED, sensores y una pequeña batería que cuenta con las principales características de una smartband.
La empresa, que en años anteriores imprimió las estadísticas personalizadas de los corredores en cáscaras de plátano, describe a su Wearable Banana como el “primera dispositivo vestible y comestible del mundo”. Los corredores podrán ajustar la fruta a su muñeca, y desde la cáscara del plátano poder ver su tiempo en la carrera, medir su ritmo cardíaco, leer mensajes de Twitter y, una vez terminada la competencia, podrán fortalecerse con el potasio de la banana.
No cabe duda que la tecnología ya está presente en todos los ámbitos, incluso de las formas más extrañas.