De la mano del diseñador Damjan Stankovic llegan unos vasos que me recuerdan aquellos de mi infancia en los que cuando los llenabas con un determinado líquido aparecían ciertos dibujos. Estos vasos parecen estar compuestos por una multitud de puntos multicolores aparentemente aleatorios.
La gracia viene en que cuando metemos ciertos liquidos veríamos que los puntos no eran tan aleatorios y según el líquido que hayamos introducido se formará una palabra que nos indicará qué liquido es el que contiene el vaso. Gracias al color del propio líquido y a la disposición de los puntos de colores del vaso parecerá que las palabras se forman como si el vaso fuera capaz de detectar los líquidos con algún extraño sensor.
Lástima que de momento sólo sean un concepto porque si algún día se pusieran a la venta seguro que compro un par de docenas.