Como programador, día a día te enfrentarás a bugs, algunos de ellos sencillos de solucionar, pero de seguro habrán otros que te hayan quitado hasta el sueño. Muchas veces será difícil saber de dónde salen, pero hoy te queremos contar de dónde viene el término bug y cómo llegó este enemigo a nuestras vidas.
El primer bug de la historia
Todo inició en 1946 cuando Grace Hopper, una programadora fundamental para la informática, se encontraba en el desarrollo del proyecto Mark II de la Universidad de Harvard y la Armada de Estados Unidos. Este proyecto construyó un ordenador electromecánico en el que tan solo se podían ejecutar ocho instrucciones almacenadas en una cinta. Mientras se realizaban las pruebas de esta máquina, los ingenieros reportaron un fallo en el mecanismo, al inspeccionar, encontraron que una polilla había entrado a la máquina y la había hecho fallar, de ahí el término bug (insecto en inglés).
Esta expresión empezó a tomar popularidad en el mundo “informático” de la época y luego siguió su camino hasta llegar al mundo de los desarrolladores. Hoy estos bugs entran a nuestro código, y como si estuviéramos en 1946, hacen que todo lo que hemos desarrollado, termine fallando.
A nivel psicológico también podríamos describir un bug como un momento de frustración, estrés y desesperación. Pueden haber diferentes métodos, creados por psicólogos, para superar estos sentimientos y conseguir solucionar el problema, pero el que más popularidad ha tomado entre los programadores es el que fue creado por Andrew Hunt y David Thomas en su libro “The pragmatic Programmer”.
Método de depuración del pato de goma (Rubber bug debugging)
En la mayoría de casos no basta solo con leer varias veces tu código para encontrar el bug, algunas veces funciona mostrar tu código a algún colega, buscar un foro en la web o simplemente esperar que se arregle solo (pocas veces funcionará). Pero, ¿si tu mismo tuvieras la solución? ¡Un pato de goma te ayudará a encontrarla!
Contarle todo tu código a alguien es un proceso que ayuda a que revises la lógica y escritura de este mismo y también encuentres la solución tú solo. Podrá ser difícil que encuentres a alguien con tiempo para escucharte mientras describes todo tu desarrollo, pero hay alguien que siempre podrá estar al lado de tu ordenador dispuesto a escucharte: un pato de goma.
¿Cómo es el proceso?
- Compra, dibuja o elabora tú mismo un pato de goma con el que te sientas cómodo. Agrégale personalidad y algo que te identifique con él.
- Cada vez que empieces a echar código, pon el pato al lado de tu ordenador, en un lugar visible y cuéntale que empezarás a trabajar con él.
- Empieza con tu código y cuando encuentres un bug ¡Detente!
- Toma el pato y empieza a contarle línea por línea de tu código, sé lo más especifico posible y cuéntale temas cómo: ¿Por qué lo hiciste de esta manera? ¿Hay otras maneras de hacerlo? ¿Es la primera vez que lo habías hecho? ¿Conoces otra manera de hacerlo? ¿Para qué funciona cada parte de tu código?
- Tu pato estará feliz escuchándote y encontrarás junto a él la solución.
Hay otras maneras en las que podrás utilizar el pato para depurar los bugs, y puede ser, hacerlo parte de tu desarrollo, contándole cada parte que estés escribiendo y cada problema que vayas afrontando. Lo importante siempre será encontrar la respuesta a tus fallos en el menor tiempo posible.
Te esperamos en los siguientes artículos en donde hablaremos mas acerca de estos temas, los cuales hoy en día son de vital importancia en el mundo de la tecnología.