Con esta sencilla opción puedes acelerar el arranque de Windows 10 reduciendo considerablemente el tiempo de arranque.
La velocidad de arranque de Windows ha mejorado considerablemente a lo largo de las últimas versiones (7, 8 y 10, principalmente). Atrás quedaron los tiempos en los que uno se daba un paseo después de darle al botón de encender para hacer tiempo hasta que el ordenador arrancaba.
Sin embargo, con todo, los tiempos de arranque de Windows aún tienen margen de mejora, especialmente cuando uno no usa hardware de alta gama. Si usas Windows 10, la opción de inicio rápido puede acelerar considerablemente el arranque de Windows.
Acelerar el arranque de Windows es fácil con este ajuste
Si estas usando una copia limpia de Windows 10, lo más probable es que ya tengas esta opción activada, pero si has actualizado desde Windows 7 o Windows 8, la tendrás que activar manualmente. Para activar la opción de arranque rápido debes seguir los siguientes pasos:
- Abrir el panel de control.
- Hacer clic en la sección de “Hardware y sonido”.
- Ir a opciones de energía.
- Ir al apartado “Elegir el comportamiento de los botones de inicio/apagado” en el menú de la izquierda.
- Hacer clic en “Cambiar la configuración actualmente no disponible”
6. Finalmente marcar la casilla de “Activar inicio rápido”, y guardar los cambios.
Básicamente, lo que hace esta opción es cambiar el lugar donde se guardan los archivos necesarios al apagar el ordenador. Cuando la opción no está activada, se carga todo en la RAM, pero una vez que activas el inicio rápido, los datos se guardan en una carpeta llamada “hiberfile”, a la que el ordenador recurre al encenderse. De lo que no cabe duda es de que es efectivo; en mi caso he pasado de tardar 60 segundos en arrancar el ordenador a solamente 12.
Sin duda es una opción que no cuesta nada activar y nos puede ayudar a ahorrar algo de tiempo cada día.
